lunes, agosto 20, 2018

T H A N K F U L




Son variadas las definiciones que encontramos de la Gratitud: 
“La gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia” (Peterson y Seligman, 2004; Emmons, 2007). Para Bárbara Fredrickson, la gratitud aparece cuando agradecemos algo que ha venido a nuestro encuentro como un preciado regalo. La gratitud se paga libre y creativamente y es una sensación verdaderamente agradable entremezclada con la alegría y el agradecimiento sincero. No sigue ninguna regla, es sincera e improvisada.

Sonja Lyubomirsky dice que  se ha comprobado que las personas que suelen estar agradecidas son relativamente más felices, tienen más energía y son más optimistas y dicen que experimentan emociones positivas con mayor frecuencia. También tienden a ser más amables, a manifestar más empatías, a ser más espirituales y religiosas, más indulgentes y menos materialistas que las que están menos predispuestas a la gratitud.
Por lo tanto plantea 8 motivos por los cuales recomienda a la gente que practique la gratitud:
1.     Pensar con gratitud ayuda a saborear las experiencias positivas de la vida. Si te entusiasmas y disfrutas con  algunos de los dones de tu vida, serás capaz de extraer el máximo de placer posible de tus circunstancias actuales.
2.     Expresar gratitud refuerza la autoestima y el amor propio. Cuando te das cuenta de lo mucho que han hecho por ti o de todo lo que has conseguido te sientes más seguro y eficaz.
3.     La gratitud nos ayuda afrontar el estrés y el trauma; es decir, que la capacidad de apreciar las circunstancias de tu vida puede ser una manera adaptativa de afrontar, que te permita dar una nueva interpretación positiva a las experiencias estresantes de tu vida.
4.     La expresión de la gratitud estimula el comportamiento moral. Es más probable que las personas agradecidas ayuden a los demás y es menos probables que sean materialistas.
5.     La gratitud puede ayudar a establecer vínculos sociales, a fortalecer las relaciones existentes y a preocuparse de las nuevas.
6.     Expresar gratitud tiende a inhibir las comparaciones envidiosas con los demás. Si de verdad estas agradecido y aprecias lo que tienes, es menos probable que te fijes en lo que tiene el vecino o que lo envidies.
7.     Practicar la gratitud es incompatible con emociones negativas y de hecho puede reducir o evitar sentimientos como la rabia, amargura y codicia.
8.     La gratitud nos ayuda a frustrar la adaptación hedonista.

Dado lo anterior es que quise compartir esto y alentarlos a que practiquen la gratitud: ¿CÓMO? A través de diversas actividades prácticas que pueden desarrollar en su día a día.
 Las investigaciones muestran que es posible adquirir un hábito en 21 días, por lo mismo te invito a hacer el desafío de agradecer, ya sea a través de un diario de gratitud o un jarro de felicidad y experimentar los cambios.

Lo anterior es tan simple como se ejemplifica a continuación:

Diario de Gratitud: en un cuaderno anotar al final del día aquellas cosas por las cuales estoy agradecida. 










Jarro de la Felicidad: anotar 3 y no menos de 3 agradecimientos diarios, guardarlos en un frasco y abrirlo luego de un tiempo. El tiempo lo decide cada uno, puede ser incluso hasta por un año. (Si buscan en entradas anteriores podrán leer acerca del proyecto del Jarro de la Felicidad).








Éxito y buena semana...

"La Gratitud no es solo la mas grande de las virtudes, sino también la madre de todas las demás" Cicerón. 

Ps. Vanessa Evans

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