Son
variadas las definiciones que encontramos de la Gratitud:
“La
gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos
pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún
modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra
existencia” (Peterson y Seligman, 2004; Emmons, 2007). Para
Bárbara Fredrickson, la gratitud aparece cuando agradecemos algo que ha
venido a nuestro encuentro como un preciado regalo. La gratitud se paga libre y
creativamente y es una sensación verdaderamente agradable entremezclada con la
alegría y el agradecimiento sincero. No sigue ninguna regla, es sincera e
improvisada.
Sonja
Lyubomirsky dice que se ha comprobado que las personas que suelen estar
agradecidas son relativamente más felices, tienen más energía y son más optimistas
y dicen que experimentan emociones positivas con mayor frecuencia. También
tienden a ser más amables, a manifestar más empatías, a ser más espirituales y
religiosas, más indulgentes y menos materialistas que las que están menos
predispuestas a la gratitud.
Por
lo tanto plantea 8 motivos por los cuales recomienda a la gente que practique
la gratitud:
1. Pensar
con gratitud ayuda a saborear las experiencias positivas de la vida. Si te
entusiasmas y disfrutas con algunos de los dones de tu vida, serás
capaz de extraer el máximo de placer posible de tus circunstancias actuales.
2. Expresar
gratitud refuerza la autoestima y el amor propio. Cuando te das cuenta de lo
mucho que han hecho por ti o de todo lo que has conseguido te sientes más seguro
y eficaz.
3. La
gratitud nos ayuda afrontar el estrés y el trauma; es decir, que la capacidad
de apreciar las circunstancias de tu vida puede ser una manera adaptativa de
afrontar, que te permita dar una nueva interpretación positiva a las experiencias
estresantes de tu vida.
4. La
expresión de la gratitud estimula el comportamiento moral. Es más probable que
las personas agradecidas ayuden a los demás y es menos probables que sean
materialistas.
5. La
gratitud puede ayudar a establecer vínculos sociales, a fortalecer las
relaciones existentes y a preocuparse de las nuevas.
6. Expresar
gratitud tiende a inhibir las comparaciones envidiosas con los demás. Si de
verdad estas agradecido y aprecias lo que tienes, es menos probable que te
fijes en lo que tiene el vecino o que lo envidies.
7. Practicar
la gratitud es incompatible con emociones negativas y de hecho puede reducir o
evitar sentimientos como la rabia, amargura y codicia.
8. La
gratitud nos ayuda a frustrar la adaptación hedonista.
Dado
lo anterior es que quise compartir esto y alentarlos a que practiquen la
gratitud: ¿CÓMO? A través de diversas actividades prácticas que pueden
desarrollar en su día a día.
Las investigaciones muestran que es posible
adquirir un hábito en 21 días, por lo mismo te invito a hacer el desafío de
agradecer, ya sea a través de un diario de gratitud o un jarro de felicidad y
experimentar los cambios.
Lo
anterior es tan simple como se ejemplifica a continuación:
Diario de Gratitud: en un cuaderno anotar al final del día
aquellas cosas por las cuales estoy agradecida.
"La Gratitud no es solo la mas grande de las virtudes, sino también la madre de todas las demás" Cicerón.
Ps. Vanessa Evans